Líbano, el pequeño y próspero vecino norteño de Israel, era independiente desde 1943 y, a diferencia de los países circundantes, hasta la década de los sesenta la mayoría de su población era cristiana. Pero en esos años, la minoría musulmana pasó a convertirse demográficamente en leve mayoría, reclamando a su vez mayor poder político. Como no podía ser de otra manera, la explosión demográfica musulmana, agravada por unos 400.000 palestinos que residían en el Líbano, se convirtió en un serio problema, no solo a nivel interno del Líbano, sino también para su vecino Israel.
En su mayoría los palestinos residentes en el Líbano, provenían de Jordania, de donde fueron expulsados en el año 1970.Ante la insostenible situación, provocada por los terroristas palestinos, quienes atacaban desde Jordania impunemente a Israel, e ignoraban sistemáticamente la autoridad del rey Hussein de Jordania, este ordeno a su ejército una campaña contra las milicias palestinas. La campaña pasaría a ser conocida históricamente, como el “Septiembre Negro”. El resultando de la misma, más de 10.000 terroristas palestinos muertos por el ejercito de Hussein.
El problema de la operación, fue que quienes no cayeron muertos, o fueron hechos prisioneros, huyeron al Líbano. Donde se asentaron, reconstruyeron sus bases, y se reorganizaron ante la inicial indiferencia del pueblo libanés.
En el año 1975, la sociedad libanesa estaba absolutamente fracturada. Los musulmanes de la OLP detentaban el control, convirtiéndose en una especie de Estado paralelo, del mismo modo que sucediera años atrás en Jordania.
Así pues, estallo una inevitable Guerra Civil en el año 1975. La Falange cristiana intentaba acabar con la OLP, pero ésta era cada vez más fuerte. La situación pronto estuvo totalmente fuera de control, quedando todo el país destruido. La capital Beirut, quedo dividida en diferentes sectores, pertenecientes a distintas milicias de clanes religiosos, políticos o económicos. Al año siguiente, Siria tomaría parte en la crisis enviando un ejército de ocupación, tratando de imponer un gobierno títere y vendido a sus intereses, pero el conflicto lejos de apaciguarse, se recrudeció.
En 1978 obligados por los acontecimientos en el país vecino y en clara respuesta a la creciente amenaza musulmana, las Fuerzas de Defensa de Israel llevaron a cabo la Operación Litani, penetrando en el Líbano para ayudar a sus aliados cristianos, y destruir las bases palestinas como represalia a los ataques terroristas perpetrados en Galilea. Con la llegada de tropas de la ONU, Israel se replegó de la zona, con la esperanza de que las tropas de interposición, desarmarían a las milicias terroristas. No fue así, lejos de imponer el orden, la ambigüedad típica de la ONU, permitió que Siria continuara rearmando y entrenando a las milicias musulmanas.
En 1982 la Falange Libanesa estaba arrinconada, y los fortalecidos palestinos se encontraban en condiciones de volver a atacar a Israel, de nada sirvieron las resoluciones y las fuerzas de interposición de la ONU.
Buscando la seguridad e integridad de sus fronteras, el 6 de Julio del mismo año, Israel lanza la Operación de Paz para Galilea. Esta guerra sería totalmente distinta a las anteriores en las que estuvoinvolucrado Israel. Se inició como una rápida operación antiterrorista ejecutada con gran eficacia, pero al ampliarse la operación hasta Beirut tratando de expulsar a las fuerzas sirias, se convirtió en una auténtica guerra abierta. Las FDI tuvieron numerosas bajas en los combates terrestres contra los sirios, pero finalmente lograron cortar la carretera Beirut-Damasco. Por aire, la victoria de Israel fue espectacular, derribando 29 aviones MIG sirios sin ninguna baja israelí (Hasta la fecha: 200 aviones de ambos bandos combatían en una proporción de 50/50).
Como no podía ser de otra manera, tras la victoria de Israel les lloverían las condenas y criticas a nivel internacional. Incluso hubo divisiones políticas en el propio Israel. Finalmente el FDI se retira del Líbano en junio de 1985, si bien en aras de su propia seguridad, Israel se reservo el control de una zona a lo largo de la frontera libanesa de unos 70 kilómetros de longitud y una profundidad de entre 8 y 15 kilómetros. En el año 2000 bajo gobierno de Ehud Barak, las tropas de Israel también se retiraron de esta franja, poniendo fin a 18 años de presencia directa en el Líbano.
Tras la retirada de Israel de la zona, la inoperancia de la ONU y de la comunidad internacional occidental, quedo de nuevo de manifiesto, permitiendo el resurgir de grupos terroristas en la zona, ayudados por países como Siria o Irán. Esta claro que cometemos los mismos errores del pasado. A lo largo de la historia, las medias tintas jamás han funcionado con los musulmanes, todo lo contrario.
6 años después de la retirada del Líbano, la unidad más laureada y combativa de Israel, el regimiento de infantería de la Brigada Golani, vuelve al sur del Líbano. No hay duda alguna, “Massada no volverá a caer”.
La 1ª Guerra del Libano
jueves, agosto 31, 2006
Publicado por Isle en 12:07 a. m.
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