Sesenta años, Israel

jueves, mayo 08, 2008

A propósito de patrias. Sesenta años de andadura cumple hoy el Estado de Israel y conmemora a partir de ahora, seis décadas como Estado independiente. Un largo camino amenazado siempre por aquellos que utilizan el victimismo, el yihadismo y el antisemitismo como herramienta expansionista. Por decirlo suavemente, que hoy nos sentimos finos, váyanse corriendo a hacer puñetas quienes estos días, como otros muchos, les hacen la ola a los enemigos de Occidente desde los teclados, los noticieros y las tarimas, intentando desmoralizar o deslegitimar los festejos del Día de la Independencia.

Y gracias a quienes envían sus buenos deseos, Feliz Yom Haatzmaut. Gracias a todos los que lo hicieron posible, por muchos años.

Olas y espuma. Israel. foto gracias al blog digital-mundane.blogspot.com

2 de Mayo 1808

viernes, mayo 02, 2008

Oigo, patria, tu aflicción,
y escucho el triste concierto
que forman, tocando a muerto,
la campana y el cañón;
sobre tu invicto pendón
miro flotantes pendones,
y oigo alzarse a otras regiones
en estrofas funerarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones.

Lloras, porque te insultaron
los que su amor te ofrecieron
a ti, a quien siempre temieron
porque tu gloria admiraron;
a ti, por quien se inclinaron
los mundos de zona a zona;
a ti, soberbia matrona
que, libre de extraño yugo,
no has tenido más verdugo
que el peso de tu corona!

Doquiera la mente mía
sus alas rápidas lleva,
allí un sepulcro se eleva
contando tu valentía.
Desde la cumbre bravía
que el sol indio tornasola,
hasta el África, que inmola
sus hijos en torpe guerra,
¡no hay un puñado de tierra
sin una tumba española!

Tembló el orbe a tus legiones,
y de la espantada esfera
sujetaron la carrera
las garras de tus leones.
Nadie humilló tus pendones
ni te arrancó la victoria;
pues de tu gigante gloria
no cabe el rayo fecundo,
ni en los ámbitos del mundo,
ni en el libro de la historia.

Siempre en lucha desigual
cantan tu invicta arrogancia,
Sagunto, Cádiz, Numancia,
Zaragoza y San Marcial.
En tu suelo virginal
no arraigan extraños fueros;
porque, indómitos y fieros,
saben hacer sus vasallos
frenos para sus caballos
con los cetros extranjeros.

Y aún hubo en la tierra un hombre
que osó profanar tu manto.
¡Espacio falta a mi canto
para maldecir su nombre!
Sin que el recuerdo me asombre,
con ansia abriré la historia;
¡presta luz a mi memoria!
y el mundo y la patria, a coro,
oirán el himno sonoro
de tus recuerdos de gloria.

Aquel genio de ambición que,
en su delirio profundo,
cantando guerra, hizo al mundo
sepulcro de su nación,
hirió al ibero león
ansiando a España regir;
y no llegó a percibir,
ebrio de orgullo y poder,
que no puede esclavo ser,
pueblo que sabe morir.

¡Guerra! clamó ante el altar
el sacerdote con ira;
¡guerra! repitió la lira
con indómito cantar:
¡guerra! gritó al despertar
el pueblo que al mundo aterra;
y cuando en hispana tierra
pasos extraños se oyeron,
hasta las tumbas se abrieron
gritando: ¡Venganza y guerra!



La virgen, con patrio ardor,
ansiosa salta del lecho;
el niño bebe en su pecho
odio a muerte al invasor;
la madre mata su amor,
y, cuando calmado está,
grita al hijo que se va:
"¡Pues que la patria lo quiere,
lánzate al combate, y muere:
tu madre te vengará!"

Y suenan patrias canciones
cantando santos deberes;
y van roncas las mujeres
empujando los cañones;
al pie de libres pendones
el grito de patria zumba
y el rudo cañón retumba,
y el vil invasor se aterra,
y al suelo le falta tierra
para cubrir tanta tumba!

¡Mártires de la lealtad,
que del honor al arrullo
fuisteis de la patria orgullo
y honra de la humanidad,
¡en la tumba descansad!
que el valiente pueblo ibero
jura con rostro altanero
que, hasta que España sucumba,
no pisará vuestra tumba
la planta del extranjero!
Oda al Dos de Mayo de Bernardo López García

Héroes

jueves, mayo 01, 2008

Ahí están: quietos, impasibles, desafiantes. Llevan más de cien años observando lo que hacen nuestros políticos en este país; cien años en los que, seguramente, alguna vez les hubiese gustado poder convertir la piedra en tejido vivo y emitir un rugido que se oyera en todo Madrid. Fieles testigos de la política española del siglo XX, mirando como nuestros diputados se pisan a otros por conseguir el poder. Amargo trago para ellos.

Claro está, me refiero a los leones del Congreso de Diputados que coloquialmente reciben el nombre de los héroes del 2 de mayo: Luis Daoiz y Pedro Velarde.



Los únicos oficiales del ejército español que aquel día de hace ya doscientos años, salieron a defender a su pueblo mientras se batía con el invasor extranjero; los que iniciaron una batalla inútil, sabiendo que estaban destinados a la derrota, a la muerte o fusilamiento, porque no podían mirar hacia el otro lado mientras la gente de Madrid era aplastada, asesinada a bayonetazo limpio y aniquilada por el ejército más poderoso del mundo.

Ni el clero, la nobleza, el ejército o la patética monarquía de la época, movió un dedo por la sangre española derramada en nuestras calles. Sólo dos, entre tantos, fueron capaces de rebelarse mientras el resto se escondía en sus enormes y lujosas mansiones.


Y lo único que me planteo a estas alturas, es si nuestros políticos de hoy en día son conscientes de saber quiénes les están mirando cuando llegan a la Carrera de los Jerónimos y si intentan comportarse con tal honor, valentía y entrega como el representado por esos dos leones de bronce. Cosa que dudo, pero bueno.

Nota: los que no hayan huido hacia la playa y se hayan quedado en la capital, que no se pierdan lo programado para el bicentenario del dos de mayo este año.