December Dilemma

Merry Holidays, holiday trees, obras de teatro subvencionadas llamadas “Me cago en D...s”, presidentes que “entienden que se justifique el Holocausto”, sí, señores, el mundo cambia.
Hoy día se reequilibra la vida y el lenguaje para no ofender a nadie.

Conviertan las sinagogas en boleras para satisfacer a antisemitas, líense a brochazos con el Museo de El Prado, para rehacer a lo laico las pinturas de temática religiosa, llamemos a la Fiesta de la Cerveza , Fiesta de la Bebida de Cebada Fermentada Aromatizada de la Música y el Acompañamiento Líquido sea El Que Sea, para no ofender a los abstemios, borremos Israel del mapa , para no ofender a Ahmadinejad.

Para algunos de esos menesteres está gente como los de la Anti-Defamation League, una liga que lucha por que no ofendan a gente como yo, es decir, minorías judias y “otros”, pero que han sido ayudados por otros progres que han conseguido un batiburrillo para molestar a muchos más, todo ello con la correspondiente sucursal de la pijotada en Europa y el socialismo de palmero.
La gilipollez ya tiene nombre, December Dilemma.

Pero bueno, mi dilema en diciembre era otro. Qué voy a hacer este año nuevo 2006 de la Era Común, que mejore o repare lo que hice el anterior, cómo voy a resolver mis problemas, cómo voy a decir a los demás lo que pienso para que me entiendan, cómo voy a debatir con los que me odian, qué va a pasar con los que odian, no sólo a mí, sino al resto del Universo...

Sólo se me ocurre una cosa, y es sencilla. O quizás no, pero necesaria.
Mantener la llama de la ilusión encendida, para que al menos no se apague, y podamos encontrar quien nos acompañe, para que nunca caminemos solos.



FELIZ 2006